viernes, 24 de agosto de 2012


Ya no importa cada noche que esperé, 
cada calle o laberinto que crucé, 
porque el cielo ha conspirado en mi favor 
y a un segundo de rendirme te encontré.
Piel con piel, el corazón se me desarma. 
Me haces bien, enciendes luces en mi alma.
Creo en ti, y en este amor 
que me ha vuelto indestructible, 
que detuvo mi caída libre. 
Creo en ti y mi dolor se quedó a kilómetros atrás, 
mis fantasmas hoy por fin están en paz.
El pasado es un mal sueño que acabó, 
un incendio que en tus brazos se apagó. 
Cuando estaba a medio paso de caer, 
mis silencios se encontraron con tu voz.
Te seguí y rescribiste mi futuro. 
Es aquí mi único lugar seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario