martes, 31 de agosto de 2010

¿Qué voy a hacer?

Si cuando te tengo, te quiero dejar;

y cuando te dejo, después me arrepiento.

¿Qué voy a hacer?

viernes, 27 de agosto de 2010

who needs love?

miércoles, 25 de agosto de 2010

No me falles, no te alejes.

No te vayas, no me dejes.

martes, 24 de agosto de 2010

Te amo porque mis ojos aprendieron a ver, mis oídos a escuchar y mi boca a besar; gracias a vos.

sábado, 21 de agosto de 2010

Cómo quisiera poderlo olvidar

pero se acerca y no lo puedo evitar.

Porque cuando habla, con sus ojos,

dice cosas que no puedo entender.

¿Qué no daría por besarlo,

por abrazarlo una vez más?

Y ya no quiero dejarlo escapar

Si es que lo puedo volver a encontrar

No quiero perderlo.

lunes, 16 de agosto de 2010

Nunca fui lo que esperabas al soñar y ahora me tengo que marchar.

domingo, 15 de agosto de 2010

No se acaba el amor

Sólo con decir adiós

Hay que tener presente

Que el estar ausente

No anula el recuerdo

Ni compra el olvido

Ni nos borra del mapa

El que tu no estés

No te aparta de mi

Entre menos te tengo

Más te recuerdo

Aunque quiera olvidarte

Estás en mi mente

Y me pregunto mil veces

¿Por que es tan cruel el amor?

Que no me deja olvidar

Que me prohíbe pensar

Que me ata y desata

Y luego de a poco me mata

me bota, levanta y me vuelve a tirar

sábado, 14 de agosto de 2010

Mi cuerpo, mi mente y mi alma ya no tienen conexión.

jueves, 12 de agosto de 2010

And now I need you here,

to clear my mind all the time

martes, 10 de agosto de 2010

¿Quién sos? ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas a ir?

jueves, 5 de agosto de 2010

El mundo es una pesadilla

y yo he sido tan feliz.

El mundo se derrumba y gira,

pido disculpas por vivir.

martes, 3 de agosto de 2010

No, no es necesario que lo entiendas

porque nunca le ha servido la razón al corazón,

el corazón no piensa.

No mi vida para qué te esfuerzas,

no me tienes que explicar, siempre amaré tu libertad

por mucho que eso duela.

Y sí, entiendo que quieres hablar

que a veces necesitas saber de mí

pero no sé si quiera saber de ti,

vivir así, seguir así

pensando en ti...

Suelta mi mano ya por favor,

entiende que me tengo que ir,

si ya no sientes más este amor,

no tengo nada más que decir.

No digas nada ya por favor,

te entiendo pero entiéndeme a mí

cada palabra aumenta el dolor

y una lágrima quiere salir.

Y por favor no me detengas

siempre encuentro la manera de seguir y de vivir

aunque ahora no la tenga.

Y no mi vida no vale la pena,

para qué quieres llamar

si el que era yo ya no va a estar

esta es la última escena.

Y si entiendo que quieres hablar

que a veces necesitas saber de mi

pero no sé si quiera saber de ti,

vivir así, seguir así

pensando en ti...

Suelta mi mano ya por favor,

entiende que me tengo que ir,

si ya no sientes más este amor,

no tengo nada más que decir.

No digas nada ya por favor,

te entiendo pero entiéndeme a mí

cada palabra aumenta el dolor

y una lágrima quiere salir.

Suelta mi mano ya por favor,

entiende que me tengo que ir,

si ya no sientes más este amor,

no tengo nada más que decir.

No digas nada ya por favor,

te entiendo pero entiéndeme a mí

cada palabra aumenta el dolor

y una lágrima quiere salir.

lunes, 2 de agosto de 2010

“La mentira tiene patas cortas”, decían. Luego alguien retrucó: “Miente, miente que algo quedará”. Y las dos frases tienen su parte de verdad y su parte de trampa.

La vida nos muestra que lamentablemente la mentira, con sus patas cortas, avanza como la tortuga, lentamente pero sin pausa. Y, a veces, tarda mucho en ser descubierta y desenmascarada, pero en otras ocasiones, cuando es demasiado burda, no puede sostenerse y cae por su propio peso.

Es cierto, tarde o temprano la mentira se descubre y la venda cae de los ojos que no quieren ver.

Todo será en vano: los improperios, los insultos, las acusaciones, los “aprietes” y los griteríos. Sólo la respuesta con hechos concretos mostrará la verdad, ésa que tarda en llegar, pero llega.

Quizá tarde y después de muchas pérdidas inexcusables, pero llegará, porque no se puede tapar el sol con una mano; y aunque nadie es dueño absoluto de la verdad, ésta esparce su luz muchas veces cruel e impiadosa, pero siempre preferible a la pelumbra de las verdades a medias o de las mentiras piadosas. Nadie con buen sentido quiere tener razón por orgullo personal, y es de grandes admitir errores, asumirlos y llegar a la verdad.

Ya no hay forma de que pidas perdón; no hay forma de que te crea.

domingo, 1 de agosto de 2010



Mil perdones
¿Nunca te pasó que amaste , y ésa persona que vos creías que te amaba; te lastimó? ¿Te pasó que te pidió perdón, lo aceptaste, creíste que había cambiado y te lo volvió a hacer? ¿Alguna vez, como una tonta, volviste a confiar y le dijiste que lo amabas, le entregaste todo y a él, no le importó? Simplemente, te lo volvió a hacer.
Y cuando te enteraste, vino con la cola entre las patas, diciéndote que no volvería a pasar. Obviamente, te dio bronca; lo odiaste. En realidad, creíste que lo odiabas, que lo ibas a olvidar. Pero no pudiste, y terminaste perdonándolo, porque pensaste: “Ya tiene que haber cambiado. ¡Por favor que haya cambiado!”
Pero él (las cosas no cambian tan fácilmente), decidió que, frente a ella, no valías la pena y, simplemente, te reemplazó. “No me puedo controlar” se excusó, y una vez más te pidió mil perdones. Vos creíste que era la respuesta más tonta del universo entero y dijiste, dudosa, que se olvide de vos, prometiéndole que vos también lo ibas a olvidar.
Y ahora estás así, como yo, con unas ganas locas de besarlo, de perdonarlo; pero siempre recordando, con dolor, todo lo que te hizo (que fue suficiente) y pensando: “Si lo perdono, no va a cambiar. Mejor esperar a que eso pase…” Sin embargo, es obvio que estás segura de que no va a hacerlo…
Y escuchás atenta los consejos, de la gente que nunca pasó por esto, y te dice que es para tu bien olvidarlo (cosa que es muy difícil), que no se merece estar con vos, que no te dejes pisotear por personas así… ¡Qué fácil es decirlo, cuando nunca estuvieron en tu lugar!
Probablemente, si todo esto te pasó, él sigue insistiéndote. Te dice que te ama, que cambió, que no va a pasar nunca más, que sos todo en su vida… Bla, bla, bla.
Pero, ¡claro que no te pasó! No hay otra tarada como yo, que perdone tantas veces a una persona que nunca entendió lo que es amar.