
¿Qué voy a hacer?
Si cuando te tengo, te quiero dejar;
y cuando te dejo, después me arrepiento.
¿Qué voy a hacer?
No se acaba el amor
Sólo con decir adiós
Hay que tener presente
Que el estar ausente
No anula el recuerdo
Ni compra el olvido
Ni nos borra del mapa
El que tu no estés
No te aparta de mi
Entre menos te tengo
Más te recuerdo
Aunque quiera olvidarte
Estás en mi mente
Y me pregunto mil veces
¿Por que es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar
Que me prohíbe pensar
Que me ata y desata
Y luego de a poco me mata
me bota, levanta y me vuelve a tirar
No, no es necesario que lo entiendas
porque nunca le ha servido la razón al corazón,
el corazón no piensa.
No mi vida para qué te esfuerzas,
no me tienes que explicar, siempre amaré tu libertad
por mucho que eso duela.
Y sí, entiendo que quieres hablar
que a veces necesitas saber de mí
pero no sé si quiera saber de ti,
vivir así, seguir así
pensando en ti...
Suelta mi mano ya por favor,
entiende que me tengo que ir,
si ya no sientes más este amor,
no tengo nada más que decir.
No digas nada ya por favor,
te entiendo pero entiéndeme a mí
cada palabra aumenta el dolor
y una lágrima quiere salir.
Y por favor no me detengas
siempre encuentro la manera de seguir y de vivir
aunque ahora no la tenga.
Y no mi vida no vale la pena,
para qué quieres llamar
si el que era yo ya no va a estar
esta es la última escena.
Y si entiendo que quieres hablar
que a veces necesitas saber de mi
pero no sé si quiera saber de ti,
vivir así, seguir así
pensando en ti...
Suelta mi mano ya por favor,
entiende que me tengo que ir,
si ya no sientes más este amor,
no tengo nada más que decir.
No digas nada ya por favor,
te entiendo pero entiéndeme a mí
cada palabra aumenta el dolor
y una lágrima quiere salir.
Suelta mi mano ya por favor,
entiende que me tengo que ir,
si ya no sientes más este amor,
no tengo nada más que decir.
No digas nada ya por favor,
te entiendo pero entiéndeme a mí
cada palabra aumenta el dolor
y una lágrima quiere salir.
“La mentira tiene patas cortas”, decían. Luego alguien retrucó: “Miente, miente que algo quedará”. Y las dos frases tienen su parte de verdad y su parte de trampa.
La vida nos muestra que lamentablemente la mentira, con sus patas cortas, avanza como la tortuga, lentamente pero sin pausa. Y, a veces, tarda mucho en ser descubierta y desenmascarada, pero en otras ocasiones, cuando es demasiado burda, no puede sostenerse y cae por su propio peso.
Es cierto, tarde o temprano la mentira se descubre y la venda cae de los ojos que no quieren ver.
Todo será en vano: los improperios, los insultos, las acusaciones, los “aprietes” y los griteríos. Sólo la respuesta con hechos concretos mostrará la verdad, ésa que tarda en llegar, pero llega.
Quizá tarde y después de muchas pérdidas inexcusables, pero llegará, porque no se puede tapar el sol con una mano; y aunque nadie es dueño absoluto de la verdad, ésta esparce su luz muchas veces cruel e impiadosa, pero siempre preferible a la pelumbra de las verdades a medias o de las mentiras piadosas. Nadie con buen sentido quiere tener razón por orgullo personal, y es de grandes admitir errores, asumirlos y llegar a la verdad.