sábado, 10 de julio de 2010

Quisiera poder decirte que sí, sin dudar. Pero, entendeme, no puedo... Es muy difícil confiar otra vez en vos.
Si supieras lo que me cuesta negar tus besos; si supieras cuánto necesito uno de tus abrazos; si conocieras sobre mis ganas de estar al lado tuyo, y decirte que te amo. Porque, si por alguna razón no sabías, te sigo amando. Y odio no poder darte otra oportunidad, pero es imposible que hayas cambiado en tan poco tiempo, aunque me jures que así es.
Te necesito muchísimo, pero también necesito tiempo para pensar, pensar qué hacer... Y vos también lo necesitás, lo presiento.
A mí me pasa que no sé qué sentir. Por un lado, siento que nunca llegarás a valorarme, y que vas a volver a caer en las trampas de alguna hermosa chica que quiera estar con vos. Pero por otra parte, sé que me amás y que cuando hacés esas cosas, no llegás a pensar; porque, en parte, ése es (y será) tu problema: No pensás antes de actuar. Y así estás: dolido, pensando en mí y en cómo recuperarme...
Y no te obligo a que te arrepientas, porque no sé si realmente estás arrepentido de haber estado con ella, pero quiero que me pidas perdón, y que te decidas: ¿querés olvidarme?

No hay comentarios:

Publicar un comentario